Hoy transcribimos en nuestro blog éste poema del premio Nobel de literatura del año 1898: José Saramago. El humanismo de Saramago, enfrentado a cualquier planteamiento dogmático, que resuena siempre detrás del escepticismo que caracteriza en gran medida su punto de vista. Cuenta en sus obras la vida cotidiana y reflexiona sobre el ser humano, el espacio y el tiempo.
José Saramago |
Poema:
¿Qué cuántos años tengo?
–
¡Qué importa eso!
¡Tengo
la edad que quiero y siento!
La
edad en que puedo gritar sin miedo lo que pienso.
Hacer
lo que deseo,
sin
miedo al fracaso o lo desconocido…
Pues
tengo la experiencia de los años vividos
y
la fuerza de la convicción de mis deseos.
¡Qué
importa cuántos años tengo!
¡No
quiero pensar en ello!
Pues
unos dicen que ya soy viejo,
otros
“que estoy en el apogeo”.
Pero
no es la edad que tengo,
ni
lo que la gente dice,
sino
lo que mi corazón siente
y
mi cerebro dicte.
Tengo
los años necesarios
para
gritar lo que pienso,
para
hacer lo que quiero,
para
reconocer yerros viejos,
rectificar
caminos y atesorar éxitos.
Ahora
no tienen por qué decir:
¡Estás
muy joven, no lo lograrás!…
¡Estás
muy viejo/a, ya no podrás!…
Tengo
la edad en que las cosas
se
miran con más calma,
pero
con el interés de seguir creciendo.
Tengo
los años en que los sueños,
se
empiezan a acariciar con los dedos,
las
ilusiones se convierten en esperanza.
Tengo
los años en que el amor,
a
veces es una loca llamarada,
ansiosa
de consumirse en el fuego
de
una pasión deseada.
y
otras… es un remanso de paz,
como
el atardecer en la playa..
¿Qué
cuántos años tengo?
No
necesito marcarlos con un número,
pues
mis anhelos alcanzados,
mis
triunfos obtenidos,
las
lágrimas que por el camino derramé
al
ver mis ilusiones truncadas..
.
¡Valen mucho más que eso!
¡Qué
importa si cumplo cincuenta,
sesenta
o más! Pues lo que importa:
¡es
la edad que siento! Tengo los años
que
necesito para vivir libre y sin miedos