Nos preocupa esa etapa de la vida llamada vejez, en la que estamos
inmersos una buena parte de ciudadanos, entre los que me incluyo. Por otra
parte, hemos sido más afortunados que esos amigos y compañeros que conocimos y
que no la podrán disfrutar por haber quedado en ese camino que no pudieron
recorrer. Sé que la longevidad del ser humano actual es mucho mayor que la
correspondiente al siglo pasado; entre las causas principales podíamos señalar:
los cuidados que, en la actualidad, la geriatría desarrolla en esta etapa
llamada “vejez”, otra podría ser el desarrollo e implantación de las
jubilaciones, que antes no existían, y cuando una persona dejaba
de trabajar, por razón de su edad, se encontraba económicamente a merced de la
ayuda o caridad que les ofrecieran sus hijos y nueras. En una palabra, la vejez
ha mejorado en calidad de vida.,
¿Qué
es la vejez?
La
vejez es un proceso fisiológico común a todos los seres humanos, y en ella se
producen cambios físicos, psicológicos y sociales. La sociedad considera
que la vejez, o tercera edad, empieza a los 65 años. Es en este
momento donde las personas sufren un punto de decadencia en sus vidas. Los
cambios en la vejez no son iguales en todas las personas, y no todo el mundo se
enfrenta de la misma manera a ellos. Hay mayores que disfrutan de una buena
calidad de vida, y otras no, por no disponen, estos últimos, de una buena salud
tanto física como mental para enfrentarse a esta nueva etapa.
Cada
persona somos un mundo. Por ello, en función de las capacidades y experiencias
de vida de cada uno, se desarrollan unos cambios u otros. Esta etapa está
caracterizada por ser el momento donde llega la jubilación, o ser abuelo, que sigue a la etapa de la madurez.
La
calidad de vida en la vejez es posible mejorarla pero requiere un pequeño esfuerzo por parte
de los mayores. Es importante realizar una actividad física moderada, así como mental, para estimular y mantener activas dichas capacidades y así evitar un
deterioro temprano.
Cuando
llega esta etapa los cambios no se producen de golpe. El envejecimiento puede
ser un proceso largo,
y a medida que va avanzando se producen unos cambios u otros. Podemos
considerar tres etapas de la vejez.
La prevejez que
comprende desde los 55 a los 65
años. Los cambios aún son leves,
pero las funciones ya pueden experimentar algunos cambios. Pueden aparecer
cambios en el sueño, la digestión o la masa muscular. Asimismo, las mujeres
experimentan cambios hormonales, como la llegada de la menopausia.
Vejez,
propiamente dicha, creemos que esta segunda etapa comprende entre los 65 y los 79 años. En este momento los
huesos empiezan a volverse más frágiles, se deteriora la capacidad de aprender
y asimilar, los esfuerzos físicos cada vez cuestan más, y empiezan a aparecer
problemas digestivos, auditivos o de visión, aunque aún se es capaz de llevar
una vida “normal”, con o
sin ayuda.
La ancianidad,
creemos que esta última etapa da comienzo a los 80 años. Puede producirse pérdida ósea y muscular, por lo que
la autonomía empieza a
verse afectada. Así mismo, pueden aparecer patologías más graves, como el
Alzheimer o el ictus.
En este momento, la integración y la capacidad de mantener las relaciones
sociales es muy importante. Esto ayuda a evitar el aislamiento y la soledad,
mejorando la autoestima de la persona.
Cuidados en la vejez
Para
llegar sanos a la vejez y poder disfrutar de la tercera edad, es necesario impulsar
y fomentar un envejecimiento
activo, así como llevar una vida sana y equilibrada. Los cuidados en la vejez dependen
de cada persona. No obstante, existen unas pautas que pueden ayudar a mantener
un buen estado de salud:
Buena alimentación
Llevar
una dieta equilibrada es muy importante. Se deben evitar las grasas y el azúcar
y aumentar las raciones de frutas y verduras, así como beber suficiente agua
para mantener hidratado el cuerpo y la piel.
Actividad física moderada
Realizar
ejercicio físico es muy importante para mantener activo y saludable el cuerpo.
Es cierto que en la vejez el ejercicio físico cada vez cuesta más, pero los
paseos diarios son una buena manera de mantenerse activo.
Revisiones médicas
Cuidar de la salud es esencial para
mantenerse joven. Realizarse chequeos habitualmente es muy importante, de cara
a prevenir enfermedades que puedan aparecer en un futuro.
Cuidado del cuerpo
Verse
bien, cuidado y aseado es muy importante para el bienestar del mayor. Cuidarse
la piel, el pelo o acudir al podólogo son algunas de las actividades que el
mayor puede realizar para un buen envejecimiento activo.
Cuidado de la mente
Igual
que se debe mantener activo el cuerpo, es necesario mantener activa la mente. A
través de diferentes actividades, como la lectura, la escritura, etc., el mayor
puede desarrollar y mantener unas buenas capacidades mentales que ayuden en la
prevención de posibles demencias.
Participación social
Para
una buena salud mental, es importante relacionarse con amigos, familia,
antiguos compañeros de trabajo, etc. Esto ayudará a mantener una actitud activa
y positiva ante la vida, además ayuda a evitar la soledad.
Evitar malos hábitos
Es
necesario evitar el tabaco y el consumo abusivo de alcohol, así como otras
drogas, si se quiere llevar un buen envejecimiento activo y mantenerse
sano.
Adaptar la casa
En
la tercera edad pueden producirse problemas de movilidad por lo que es
necesario adaptar los baños, las escaleras y todo aquello que pueda suponer un
problema. Además, esto ayudará a mantener la independencia del mayor durante
más tiempo.
Aceptar y aprender del envejecimiento
Aceptar
el envejecimiento ayuda a disfrutar más de esta etapa. Ayudar al mayor a
entender las limitaciones, dándole herramientas para disfrutar. La vejez es
solo una etapa más, por lo que hay muchas actividades y planes para disfrutar,
solo o en compañía.
Por último, ha revolucionado un sector de la
ciencia sobre la posibilidad de transformar células adultas a otras de etapas
más tempranas. Los científicos avisan de que no seremos inmortales, el objetivo
es alargar la calidad de vida.