miércoles, 14 de diciembre de 2016

Navidad 2016



La magia de la Navidad



Pocas palabras logran transmitirnos tantos sentimientos y emociones, a la vez, como la de “Navidad”; pocas celebraciones simbolizan tanta paz y alegría; pocas fiestas nos hacen estar tan receptivos y soñadores. La palabra navidad significa según su etimología "nacimiento", es por lo que conmemoramos los cristianos la llegada del Hijo de Dios. Todo hace de diciembre un mes mágico; un mes donde los problemas y los viejos rencores parecen dispuestos a ser guardados en el cajón del olvido; un mes donde la paz y la felicidad se asoman por la ventana, donde las metas no cumplidas se van por la puerta de atrás, y donde los nuevos propósitos llegan por la puerta principal con la intención de convertirse en menos de un año en objetivos logrados.

Todos nos dejamos influir por esta sensación de la magia de la próxima Navidad; así, desde este blog también exteriorizamos y dejamos testimonio de ello con ese marco navideño. 

En esta época, compartir las tradiciones en familia y transmitir la importancia de dar y recibir amor, de ser solidarios, de alimentar el espíritu y de disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, se convierten en el mejor regalo que podemos ofrecer a nuestros seres queridos.

“Tener un lugar a donde ir se llama Hogar.
Tener personas a quien amar se llama Familia,
y tener ambas se llama Bendición”.
(Papa Francisco)

Desde este humilde blog: “Para Jubilados” deseamos a los que nos visitan, que estas navidades sean de paz, amor y alegría para todos. Que el nuevo año 2017 nos encuentre renovados, y dispuestos a emprender nuevos proyectos y retos.

¡Felicidades!

viernes, 11 de noviembre de 2016

Acuerdo urgente para mantener las pensiones



Financiación de pensiones



Dada la preocupación de los españoles sobre el tema pensiones, transcribo por el presente artículo, algo que he considerado muy interesante y que fue publicado recientemente en una editorial del periódico “El País”

El nuevo Gobierno debe impulsar un gran pacto para reformar la financiación del sistema.

Es, sin duda, la primera reforma que debe afrontar el nuevo Gobierno. Afecta a 9,5 millones de pensionistas, de los cuales en torno a 6 millones perciben una jubilación y la evolución demográfica en nuestro país augura la ruina del sistema si no se toman medidas. El sistema público de pensiones requerirá 120.000 millones de euros este año, lo que supone en torno a un tercio del gasto público total de España y equivale al doble del gasto en Sanidad y tres veces el de Educación. La hucha, que se fue llenando en los años de mayor crecimiento económico y de empleo, se vaciará en diciembre de 2017.

Pocos problemas socioeconómicos están tan bien diagnosticados como el de las pensiones públicas contributivas. El sistema de reparto vigente implica que los trabajadores activos de hoy pagan las percepciones de los jubilados de hoy. No hay previsión ni capitalización. El sistema está topado por una cotización máxima que se detrae de la remuneración de los activos y por una pensión máxima. Este sistema de reparto ha entrado en crisis en un momento político delicado (más de 300 días sin Gobierno efectivo).

MÁS INFORMACIÓN
Entiéndase por crisis no una quiebra del sistema y el impago de las percepciones. Un sistema de reparto como el vigente en España tiene garantizado en torno al 10% del PIB en ingresos. Los pensionistas siempre dispondrán de ese 10%; pero si el PIB cae, el número de los pensionistas aumenta, la pensión se prolonga o aparecen otros desequilibrios internos, la pensión será menor y el poder adquisitivo puede hundirse. La crisis así entendida se ha hecho evidente por el rápido agotamiento del Fondo de Reserva de la Seguridad Social (la hucha) que ha pasado de un depósito de más de 60.000 millones a guardar hoy apenas 24.000 .

El sistema de pensiones públicas necesita una reforma en profundidad. No un cambio de modelo, sino un patrón más adecuado de gestión y financiación. Con sueldos más bajos, la cotización cae aunque la afiliación aumente; con contratos temporales, sucede lo mismo. La suposición de que la crisis actual del sistema es coyuntural y el déficit del sistema (unos 17.000 millones) desaparecerá con rentas más altas y empleo más estable es demasiado.  Es probable que la caída de rentas salariales y el estancamiento del empleo fijo hayan llegado para quedarse.
Mientras tanto, los gastos del sistema crecen, por efecto del mayor acopio de jubilaciones, porque las pensiones cada vez son más altas, porque la relación entre cotizantes y pensionistas se deteriora y porque el sistema de reparto no puede sostener una afluencia creciente de jubilados con largos periodos de percepción y subsistencia. El factor que pone en peligro la financiación del sistema a largo plazo no es el paro, ni la depresión salarial, sino la persistente ampliación del periodo que media entre el comienzo de la percepción y el momento del fallecimiento del pensionista. Este plazo crece por el aumento de la esperanza de vida; aumenta y dilata el coste de las percepciones, mientras que los ingresos por cotizaciones se mantienen en el mismo porcentaje de PIB.
La pregunta crucial para el jubilado o al borde de la jubilación es si percibirá su pensión sin merma de cuantía, de derechos (¿por qué los futuros pensionistas no van a percibir la misma pensión que los actuales si cotizan igual?) y de poder adquisitivo durante su vida. La respuesta es que si no se toman ya medidas correctivas, el sistema entrará en crisis (riesgo de recorte de las percepciones) en los próximos cinco años.
Reforma perentoria
El agotamiento de la hucha implica que a partir de diciembre de 2017 el desequilibrio entre ingresos y pagos del sistema pasa a constituirse en deuda y deberá ser soportado por el Presupuesto en forma de endeudamiento. A nadie se le escapa que el Presupuesto del Estado difícilmente puede soportar, con su estructura actual de ingresos y gastos, un esfuerzo financiero de 15.000 millones, que es lo que costaría absorber las pensiones de viudedad y orfandad. Sin contar con el hecho de que las cuentas del Estado sufren vaivenes cíclicos más acusados que las cotizaciones.
¿En qué consistiría la reforma financiera o corrección del sistema de pensiones públicas? A título indicativo, el paso inicial es un acuerdo político-social sobre una reforma profunda dentro del actual sistema de reparto. El acuerdo trasciende el Pacto de Toledo; debe implicar un compromiso de los agentes políticos y sociales a largo plazo, porque el modelo vigente implica una distancia creciente en el periodo de percepción de la pensión. Importan por supuesto y mucho las decisiones de reforma a corto plazo, para prevenir los recortes. En el marco de ese acuerdo deseable parece oportuno explorar algunas vías de acción. Como estas:
1. Respaldo presupuestario, en lo que permita la política de estabilidad, de los derechos de los trabajadores activos y los jubilados.
2. Supresión rápida y ordenada de las exenciones y reducciones de cotización (como las tarifas planas) que se aplican como estímulo a la creación de empleo e incentivan poco o nada.
3. Sondear la posibilidad de crear recargos fiscales transitorios (en Renta o en Sociedades), para hacer frente al descenso de ingresos. El PSOE ya ha propuesto un tributo especial.
4. Calcular el impacto y consecuencias de eliminar parcialmente el tope máximo de cotización, quizá aplicable a las rentas salariales más altas. En este punto, el debate es enconado porque se supone que eliminar el tope de cotización debería tener como consecuencia un aumento correlativo de la pensión máxima. Según los más cautelosos, implicaría un encarecimiento del factor trabajo.
5. Reforma o recorte de la pensión de viudedad, pensada inicialmente como una compensación en un mercado laboral con escasa presencia de la mujer. Podría considerarse la sustitución del régimen actual por una prestación pagada por una sola vez.
6. Ampliación efectiva de la edad de jubilación, pactada con las empresas. En este ámbito, sería oportuno sondear también la modificación de las normas que impiden a un jubilado seguir trabajando, siempre y cuando pague una cotización.
La reforma no es trágica, pero sí perentoria. Lo que se decide sobre pensiones surte efecto a largo plazo. No hay margen para parches demagógicos, ni demoras.


sábado, 22 de octubre de 2016

Los jubilados españoles que trabajen sólo pagarán el 8% a la Seguridad Social

Noticias sobre jubilación

·      
     El Gobierno mantendrá intacta la «cuota de solidaridad» para los pensionistas activos que cobren el 100% de la prestación

Que el sistema de pensiones necesita un vuelco es un axioma sobre el que no existe discusión alguna, disputas políticas al margen. El envejecimiento de la población, un éxito del sistema de salud español, supone sin embargo una pesada carga para la Seguridad Social y obliga al Estado a tomar medidas. Las proyecciones no dejan lugar a la duda: el porcentaje de población de 65 años y más, que actualmente se sitúa en el 18,7% del total, pasaría a ser del 25,6% en 2031. En tan sólo 15 años cuatro de cada diez españoles será un jubilado o estará a las puertas de serlo, según el INE. La situación no hará más que agravarse y en 2066 el 34,6% de la población tendrá 65 años o más.
Ante el riesgo de perder como fuerza laboral a un porcentaje tan elevado de la población, el Gobierno puso en marcha en marzo de 2013 la posibilidad de simultanear el cobro del 50% de la pensión con un empleo remunerado como ya ocurría en otros países de la Unión Europea.
La medida, que se consideró «imprescindible» para la sostenibilidad de las pensiones, contenía una serie de condiciones. La primera, que sólo pueden acogerse los trabajadores que tengan derecho a la pensión completa. La segunda, que los funcionarios públicos quedan excluidos de la norma. La tercera, que el acceso viene marcado por haber cumplido la edad ordinaria de jubilación, actualmente fijada en 65 años y cuatro meses.
Por último, la norma estipula que la medida no es compatible con la jubilación anticipada ni bonificada por trabajos penosos o tóxicos.
Hasta ahora, la cuantía era del 50% de la pensión que le correspondía al trabajador, es decir, del importe del reconocimiento inicial y de las revalorizaciones, sin incluir complementos a mínimos. Respecto a la cotización, la empresa y el trabajador (pensionista) cotizan sólo por incapacidad temporal y por contingencias profesionales. La aportación a la Seguridad Social queda recogida en una «cuota de solidaridad» no computable para prestaciones del 8% (el 6% a cargo de la empresa y el 2% restante a cuenta del trabajador).
Hasta octubre, un total de 30.927 pensionistas compaginan el cobro del 50% de la pensión con un empleo, el 85% de los cuales son autónomos, según los datos recabados por la Seguridad Social. De éstos, la inmensa mayoría son pequeños negocios familiares.
A partir de enero, los «jubilados activos» podrán ampliar al 100% la percepción de la pensión con las condiciones vigentes, a falta de que se concrete en la comisión del Pacto de Toledo, según indicaron ayer a LA RAZÓN fuentes de la Seguridad Social. Esto implica que los pensionistas trabajadores seguirán pagando en torno a un 8% a la Seguridad Social.
La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró ayer que la medida para compatibilizar el 100% de la pensión con una renta del trabajo «no es una medida aislada» y tiene que verse dentro de un conjunto de iniciativas para asegurar la sostenibilidad del sistema, en el marco del Pacto de Toledo. Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta señaló que se están analizando «un conjunto de reformas que, a nuestro juicio, tienen que ser abordadas dentro del Pacto de Toledo con un horizonte a medio y largo plazo».
La «número dos» del Ejecutivo en funciones afirmó que compatibilizar el 100% de la pensión con un salario es una dinámica «que dependerá del análisis de hasta qué punto se produce esa compatibilización y de qué esquema estemos hablando en el conjunto de recursos del Sistema de Seguridad Social».
Las claves
- ENVEJECIMIENTO. En tan sólo 15 años, cuatro de cada diez españoles tendrán 65 años o más. La situación se irá agravando hasta que, en 2066, el 34,6% de la población alcance esa edad, según las proyecciones facilitadas por el Instituto Nacional de Estadística.
- BENEFICIOS FISCALES. Compaginar trabajo y pensión tiene beneficios para el Estado. Los pensionistas activos tributan por la percepción de la prestación y además pagan una «cuota de solidaridad» del 8% (el 6% a cargo de la empresa y el 2% restante a cargo del trabajador).
- EXTENDER LA VIDA LABORAL. El Gobierno considera «imprescindible» para la sostenibilidad de las pensiones que los jubilados se mantengan activos. El peso de las prestaciones sería parcialmente compartido, ya que el jubilado sigue


- LOS SINDICATOS, EN CONTRA. Tanto UGT como CC OO se mostraron ayer en contra de la medida, que calificaron de «demagógica», ya que no tendrá ningún impacto en el sistema de pensiones y que podría ser regresivo.

domingo, 25 de septiembre de 2016

LOS DESEOS DE UN ANCIANO


Deseos y peticiones de una persona mayor


Deseo que me hagas sentir que soy amado, que soy útil todavía, que no me crea  que estoy solo.

Deseo permanecer en mi casa o en la tuya.

Deseo que cuando comamos en la misma mesa, me des conversación a pesar de que yo apenas hable.

Deseo que me visites en la residencia, en caso de que te  veas obligado a internarme en ella.

Deseo que me ames por lo que soy y no por lo que tengo.

Deseo que me llenes de cariño y comprensión en esta última etapa de mi vida.

Deseo que no bromees de mi paso vacilante o de mi mano temblorosa.

Deseo que comprendas mi incapacidad de oír como antes, y que por lo tanto me hables despacio y claro, pero sin gritar, si no es necesario.

Deseo que tengas en cuenta que mis ojos se están nublando, y que no me eches en cara ni te rías de mí, cuando tropiezo o derramo la taza de café sobre la mesa.

Deseo que me ofrezcas asiento en el autobús y la preferencia en la acera, así como que respetes mi paso lento al cruzar la calle.

Deseo que tengas tiempo suficiente para escucharme sin prisas, aunque lo que yo te diga te importe poco o nada.

Deseo que no me digas “ya me has contado tres veces lo mismo” y me escuches, como si fuese la primera vez que te lo cuento.

Deseo que me recuerdes por los aciertos y éxitos de mi vida pasada, y que no me hables de mis errores y fracasos.

Deseo poder sentir la caricia de tu mano sobre la mía, y escuchar sin agobiarme palabras suaves de ánimo, cuando esté al final de mis días. Háblame entonces de la misericordia de Dios.  
                     
Gracias, mil gracias por atender mis deseos. Un día otros los harán posible para ti.      



jueves, 28 de julio de 2016

Como vivir plenamente después de la jubilación



Planificando la jubilación

¿Qué voy a hacer con todo el tiempo que me sobre? ¿Se acordarán de mi después de un tiempo? ¿Cómo sentir que todavía sirvo para algo? Estas son preguntas que acucian a los recien retirados.

Algunos consideran a la jubilación como la etapa final en la vida de un individuo. En el parecer general –apoyado por prejuicios muy acendrados- el retiro es una etapa posterior a la productiva. Supuestamente, es tiempo de hacerse a un lado y descansar... pero en la sociedad actual parecería que quien no produce no existe.
Pero, ¿es esto así realmente?
No. La etapa útil de una persona no tiene nada que ver con un límite de tiempo impuesto por una legislación arbitraria. El aporte que una persona puede darle a la sociedad, no termina hasta que se da por vencida, haciendo caso a los convencionalismos y a los prejuicios.

Como planificar la etapa de la jubilación:

Hacer frente a la amenaza de tener que autolimitarse es bastante difícil. Quizás la manera menos traumática de aceptar la jubilación sea no pensar en ella y vivir cada momento al máximo.
En esta sociedad moderna, la actitud ante quien está “fuera del circuito productivo” está teñida de menosprecio. Muchos, sin quererlo o a propósito, hacen sentir a las personas mayores como inservibles, sugiriéndoles la idea de que ya no sirven para el trabajo, lo que equivale a decir que “no sirven para nada”. Lo que, obviamente, tiene serias consecuencias, diferentes de acuerdo a quien las sufra.
Algunas personas eligen imponerse una meta económica o profesional para poder en algún momento cruzar a la vereda de enfrente, en donde podrían disfrutar de todo lo ganado... sea dinero, prestigio o vínculos familiares.
Otros aseguran sentirse capacitados para seguir con su tarea eternamente hasta que “las neuronas lo permitan”. Otros toman al retiro como un premio a su esfuerzo de toda la vida y eligen dedicar más tiempo para ellos mismos, a veces sin variar demasiado su rutina habitual, y otras yendo al encuentro de las cosas que toda la vida habían postergado.
El concepto de retiro es muy variable. Existen quienes aseguran querer “seguir trabajando, pero esta vez de abuelos” y también quienes dedican su esfuerzo y el recién ganado tiempo libre a la solidaridad, ayudando a quienes los rodean y necesitan.
Pero también están los que se resisten firmemente a que alguien les diga que hacer, sobre todo en los casos en que no se haya visto una merma en el rendimiento laboral, y eligen hacer caso a la reglamentación pero dedicándose a seguir en lo suyo, trabajando por cuenta propia.

Algunos Consejos para Encarar la Jubilación:

-Aproveche para ocupar su tiempo en las cosas que siempre quiso hacer y había postergado en aras del trabajo, o los hijos.
-No caiga en el error de decir “ya es tarde para hacer esto” o “a esta edad me voy a poner a hacer lo otro”.
-Ocúpese de usted y no se sienta obligado a cumplir con las demandas de los demás, de aquellos que aparezcan diciendo “ahora que no tienes nada que hacer...”
-Si lo necesita y quiere, siga frecuentando las amistades que tenia en el trabajo. El hecho de haberse retirado, no quiere decir que tenga que perderlos.
-Comparta sus sensaciones con personas que hayan pasado por lo mismo. Hágalo también con su familia y, sobre todo, no se encierre en usted mismo.
-Disfrute de las libertades que tiene la edad. Menor responsabilidad en el cuidado de los hijos, mayor desenvoltura sexual, el teatro, el cine, etc.

La jubilación no es ni más ni menos que otra etapa de la vida. En realidad, no es el fin de nada, sino un cambio fuerte en muchas cosas y el comienzo de una nueva etapa que puede ser mejor que la anterior.

sábado, 25 de junio de 2016

Generación con nuevos comportamientos



Los SEXAGENARIOS actuales


SI miramos con cuidado podemos detectar la aparición de una franja social que antes no existía: la gente que hoy tiene alrededor de sesenta años. Es una generación que ha echado fuera del idioma la palabra "sexagenario", porque sencillamente no tiene entre sus planes actuales la posibilidad de envejecer. Se trata de una verdadera novedad demográfica parecida a la aparición en su momento, de la "adolescencia", que también fue una franja social nueva que surgió a mediados del s. XX para dar identidad a una masa de niños desbordados, en cuerpos creciditos, que no sabían hasta entonces dónde meterse, ni cómo vestirse.
Este nuevo grupo humano que hoy ronda los sesenta o setenta, ha llevado una vida razonablemente satisfactoria. Son hombres y mujeres independientes que trabajan desde hace mucho tiempo y han logrado cambiar el significado tétrico que tanta literatura latinoamericana le dio durante décadas al concepto del trabajo. Lejos de las tristes oficinas, muchos de ellos buscaron y encontraron hace mucho la actividad que más le gustaba y se ganan la vida con eso. Supuestamente debe ser por esto que se sienten plenos; algunos ni sueñan con jubilarse. Los que ya se han jubilado disfrutan con plenitud de cada uno de sus días sin temores al ocio o a la soledad, crecen desde adentro. Disfrutan el ocio, porque después de años de trabajo, crianza de hijos, carencias, desvelos y sucesos fortuitos bien vale mirar el mar con la mente vacía o ver volar una paloma desde el 5º piso de su vivienda.
Dentro de ese universo de personas saludables, curiosas y activas, la mujer tiene un papel rutilante. Ella trae décadas de experiencia de hacer su voluntad, cuando sus madres habían sido educadas a obedecer y ahora pueden ocupar lugares en la sociedad que sus madres ni habrían soñado en ocupar. Esta mujer sexagenaria pudo sobrevivir a la borrachera de poder que le dio el feminismo de los 60′, en aquellos momentos de su juventud en los que los cambios eran tantos, pudo detenerse a reflexionar lo qué quería en realidad. Algunas se fueron a vivir solas, otras estudiaron carreras que siempre habían sido exclusivamente masculinas, algunas estudiaron una carrera universitaria junto con la de sus hijos, otras eligieron tener hijos a temprana edad, fueron periodistas, atletas o crearon su propio "YO, S. A.". Este tipo de mujeres nacidas en los 50 no son ni por equivocación las clásicas "suegras" que quieren que los hijos/as les estén llamando todos los días, porque ellas tienen su propia vida y ya no viven a través de la vida de los hijos. Su camino no ha sido fácil y todavía lo van diseñando cotidianamente. Pero algunas cosas ya pueden darse por sabidas, por ejemplo que no son personas detenidas en el tiempo; la gente de "sesenta o setenta", hombres y mujeres, maneja el ordenador como si lo hubiera hecho toda la vida. Se escriben, y se ven, con los hijos que están lejos y hasta se olvidan del viejo teléfono para contactar a sus amigos y les escriben un e-mail con sus ideas y vivencias. Por lo general están satisfechos de su estado civil y si no lo están, no se conforman y procuran cambiarlo. Raramente se deshacen en un llanto sentimental. A diferencia de los jóvenes; los sexagenarios actuales conocen y ponderan todos los riesgos. Nadie se pone a llorar cuando pierde: sólo reflexiona, toma nota, a lo sumo… y a otra cosa. La gente mayor comparte la devoción por la juventud y sus formas superlativas, casi insolentes de belleza, pero no se sienten en retirada. Compiten de otra forma, cultivan su propio estilo… Ellos, los varones no envidian la apariencia de jóvenes astros del deporte, o de los que lucen un traje "Armani", ni ellas, las mujeres, sueñan con tener la figura tuneada de una vedete. En lugar de eso saben de la importancia de una mirada cómplice, de una frase inteligente o de una sonrisa iluminada por la experiencia.
Hoy la gente de 60 o 70, como es su costumbre, está estrenando una edad que todavía NO TIENE NOMBRE, antes los de esa edad eran viejos y hoy ya no lo son, hoy están plenos física e intelectualmente, recuerdan la juventud, pero sin nostalgias, porque la juventud también está llena de caídas y nostalgias y ellos lo saben. La gente de 60 y 70 de hoy celebra el Sol cada mañana y sonríe para sí misma muy a menudo…hacen planes con su propia vida, no con la de los demás. Quizás por alguna razón secreta que sólo saben y sabrán los del siglo XXI.

Autor desconocido.

Excelente artículo. 

miércoles, 27 de abril de 2016

41 Pensamientos para iniciar la jubilación


Pensamientos de un jubilado


1.- El problema con la jubilación es que nunca tienes un día libre.
2. - Retírate del trabajo, pero no de la vida.
3.- No te retires simplemente de algo; ten algo a lo que retirarte.
4. - La clave de la jubilación es disfrutar de las pequeñas cosas.
5. - La jubilación es cuando dejas de vivir para trabajar y comienzas a trabajar para vivir.
6. - Cuando te jubiles, levántate más temprano, ten más energía, planea más e ilusiónate más que cuando trabajabas, porque ahora tienes todo el tiempo que antes querías para hacer todas las cosas que merecen la pena vivir.
7. - Antes de jubilarte, encuentra tu pasión, la cosa que siempre has querido hacer.
8. - No esperes a tu jubilación para llevar la vida que siempre has querido y si ya te has jubilado, comiénzala ya.
9. - La jubilación puede ser una gran alegría si adivinas cómo pasar el tiempo sin gastar dinero.
10. - El concepto de libertad nunca se entiende hasta que uno se asienta en el modo de jubilación.
 11.- La jubilación: está bien salir de la carrera de ratas, pero tienes que aprender a que te vaya bien con menos queso.
12.- Aprovecha la jubilación para vivir la vida que siempre has querido.
13.- La edad es solo un número, una cifra. Una persona no puede retirar su experiencia. Debe usarla.
14.- Retírate del trabajo y de la presión, no de la vida y de la diversión.
15.-  Cuando un hombre se retira, su mujer se lleva dos veces el marido pero la mitad de ingresos.
16.- La creatividad en la jubilación es saber cómo pasar el tiempo sin gastar dinero.
17.- Un hombre jubilado es a menudo el trabajo completo de una esposa.
 18.- El mejor momento de comenzar a pensar sobre tu jubilación es antes de que lo haga tu jefe.
19.- La vida comienza en la jubilación.
20.- La jubilación es un paso hacia un futuro mejor.
21.- La jubilación es un trabajo en progreso.
22.- No hay mayor placer que el que nos da un trabajo bien hecho. Es momento de relajarse, porque todo lo que pudiste hacer por los demás lo realizaste con creces.
23.- La jubilación es como unas largas vacaciones. La meta es disfrutar al máximo, pero no tanto como para quedarte sin dinero.
24.- Cuando un hombre se jubile y el tiempo no es más un problema importante, sus colegas normalmente le regalan un reloj.
25.- La jubilación es decir adiós a la tensión y hola a la pensión.
26.- La jubilación es maravillosa. Se trata de no hacer nada sin tener que preocuparse.
27.- Las personas no dejan de jugar porque crecen, crecen porque dejan de jugar.
28.- Hay algunos que comienzan su jubilación mucho antes de dejar de trabajar.
29.- La jubilación es el descanso más largo del mundo.
30.- Con la jubilación comienza la vida.
31.- La jubilación mata a más gente de lo que jamás hizo el trabajo duro.
32.- Siéntete bien, porque en este momento recibirás las recompensas, de todo el tiempo que te dedicaste a dar lo mejor de ti en el trabajo.
33.- Cuanto más duro trabajas, más difícil es retirarse.
34.- La jubilación puede ser un final, un cierre, pero también es un nuevo comienzo.
35.- Para disfrutar de una larga y cómoda jubilación, ahorra más hoy.
36.- Cuando te jubiles, piensa y actúa como si todavía estuvieras trabajando, y cuando todavía estés trabajando, piensa y actúa como si ya te hubieras retirado.
37.- Usa tu jubilación para recoger todos los frutos que has estado sembrando.
38.- La jubilación es la juventud para hacer todas las cosas que no hiciste cuando tenías menos años.
39.- La jubilación es dejar de pensar en el trabajo y comenzar a pensar todo el tiempo en vivir.
40.- No vivas solo por vivir, disfruta lo que haces y aprende a compartir para que enseñes a otros a vivir.
41.- No te jubiles para descansar y aburrirte, jubílate para vivir y divertirte.

sábado, 20 de febrero de 2016

Nos responsabilizamos de lo referente a nuestra época

 
No fuimos nosotros...



Constantemente se critica a las personas más mayores porque no se adaptan al mundo Moderno. Sin duda, nosotros nos responsabilizamos por todo que hicimos y no culpamos a nadie por eso. No obstante, después de una serena meditación, me gustaría señalar que después de habernos tomado lo bueno del Mundo... De haber vivido una revolución sexual, de habernos rebelado contra ciertos valores tradicionales y de haber bailado con la música de los Beatles y de los Rollings Stones ….

 

NO FUIMOS NOSOTROS LOS QUE ELIMINAMOS:

La melodía de la música.

El talento y la creatividad de las obras artísticas.

La buena voz a la hora de cantar.

El orgullo de nuestra apariencia exterior.

La cortesía al hablar.

El romance en las relaciones amorosas.

El compromiso de la pareja.

La responsabilidad de la paternidad.

La unión de la familia.

El aprendizaje y el gusto por la cultura.

El sentimiento del patriotismo.

 

NO FUIMOS NOSOTROS LOS QUE ABOLIMOS:

La urbanidad en las escuelas y ciudades.

El buen comportamiento intelectual.

El refinamiento del lenguaje.

El gusto por la buena literatura.

La prudencia a la hora de gastar.

La ambición por querer ser algo en la vida …

 

NO FUE NUESTRA GENERACIÓN LA QUE IMPUSO:

La falta de respeto a los compañeros.

La vulgaridad y la grosería.

La falta de solidaridad con la gente en la calle, en las escuelas y en los hospitales.

El sentirse orgulloso de haber sacado a Dios de nuestras vidas.

 

NO ACABAMOS CON EL RESPETO DE LOS OTROS:

Especialmente por las mujeres y los ancianos.Tampoco fuimos nosotros los que eliminamos la paciencia y la tolerancia en las relaciones personales, ni de nuestras interacciones con los demás. De hecho ¡Yo soy una persona más mayor! Pero aun puedo animar una fiesta, aunque sólo resista medio día. Entretanto, puedo abrir frascos con tapas a prueba de niños, aunque tenga que usar un martillo. Duermo como un bebe toda la noche, aunque al otro día mi cuerpo demore en permitir que me levante. Aun puedo reírme de las críticas, a pesar de que muchas veces me cueste oír bien, lo que dicen de mí. Mas no pienses que me he vuelto un cascarrabias o un intransigente. Simplemente, creo que tengo edad para decir que hay cosas que no me agradan…

Ya no me gustan los embotellamientos del tráfico, ni las multitudes, ni la música alta, ni los niños gritones y maleducados, ni los perros que ladran incesantemente, ni las filas eternas, ni tantas otras cosas, que ahora no recuerdo… Pero tengo intención de seguir disfrutando de mi vida, la vida que Dios me dio, respetando a los otros y deseando que los otros me respeten.