jueves, 26 de marzo de 2020

El coronavirus nos acecha



Venceremos al Covid-19



Es primavera, son las 12 de la mañana, desde mi casa observo la calle en un silencio sepulcral, solamente ese silencio es perturbado por algún coche de policía o ambulancia. Ya no se detecta ese circular de personas y vehículos que antes de la “pandemia” concurrían dando vida a este entorno. A lo lejos, un hombre cargado de bolsas circula en solitario, posiblemente viene de comprar alimentos de un súper próximo; La mascarilla le cubre dos tercios de la cara, haciéndole invisible a los demás, y en su forma de andar se nota en él cierto temor a esa soledad que le circunda, una soledad fruto de ese virus que azota esta ciudad y muchas ciudades del resto del Mundo: es el virus que los científicos han nombrado Covid-19, encuadrado en la familia de los Coronavirus.

Esta primavera está pasando inadvertida para las personas, da la sensación de que se ha presentado este año por error o equivocación. La preocupación y el aislamiento no nos permite admirar la belleza que refleja en los parques, caminos y campos; la sangre la tenemos alterada por otros motivos. Igualmente, esta pandemia está anulando los eventos sociales propios de esta época: Fallas en Valencia, Semana Santa, Feria de Sevilla etc. En una palabra, las fiestas traen consigo una manifestación de multitudes y alegría que el aislamiento y el estado de ánimo lo hacen incompatible.  

Es sorprendente, en este siglo XXI,  creíamos que el hombre controlaba todos los virus y epidemias de este Mundo, dados los grandes conocimientos que posee a través de grandes progresos en investigación, aparece un nuevo virus, hace tres meses, con origen en China y, por ahora, no es capaz de buscar el antídoto (vacuna). 

Es importante cómo luchamos contra la enfermedad. Toda vida merece lo mejor. Aquí no hay colores ni ideologías. El gesto de muchos españoles nos dice la solidaridad y buenos sentimientos de muchas personas. Son muchos los compatriotas que, haciendo gala de su profesionalidad y entrega, están haciendo grandes esfuerzos, hasta poniendo limites a su vida por los demás; son muchas las profesiones, aparte de nuestros sanitarios, que aquí no voy a nombrar por temor a omitir alguna, que la sociedad siempre les agradecerá. En el modo de luchar contra la enfermedad nos dice de las personas como y quienes somos.
Al resto de los ciudadanos no nos queda otro consuelo que este aislamiento, para evitar ese contagio a nosotros mismos y a los demás, ya que podemos tener ese Covid-19 incubado en nuestro cuerpo sin aun manifestarse y actuar como agente transmisor. Debemos de ser responsables en el cumplimiento de las normas que las autoridades sanitarias nos ordenen.    

Siempre que se produce una crisis, de cualquier tipo, de orden mundial, como esta, las primeras reacciones es pensar que por aquí no llegará. Ya no podemos rehusarla. Esto es algo que no habíamos previsto y nos ha pillado por sorpresa. Nos enfrentamos a la enfermedad y, en algunos casos, a la muerte. Es lógico que tengamos miedo, pero nos consuela y reconforta el saber que hay personas, grupos de personas, que la están afrontando con coraje y con una gran humanidad. 

Comprendo que este aislamiento que llevamos en nuestras casas nos produzca reacciones de enfado y mal humor, en una palabra, actuamos con unos comportamientos poco propios en nuestra vida cotidiana y de nuestra manera de ser.  Con lo que tenemos encima, no deben de ser tiempos de enfrentamientos, ni de descalificaciones a nuestras autoridades, ni de ira, deben ser tiempos de reconciliación, hasta en los enemigos políticos, para conseguir, con la unión de todos, la resolución de este gran problema que es combatir al virus Covid-19. Cuando todo esto pase, será tiempo de juzgar errores o negligencias, si las ha habido, tanto de nuestras autoridades estatales como autonómicas, sin olvidar, ante la escasez de material sanitario, la responsabilidad de estas últimas que, como consecuencia de tener transferidas las competencias en sanidad, manejaban y administraban los fondos económicos de ésta, que provenían de los impuestos de sus contribuyentes respectivos.

Tengamos fortaleza y paciencia hasta conseguir vencer este "coronavirus", y que próximas primaveras, que vendrán, nos deleiten percibiendo la belleza que las caracteriza. 


Sirva de ejemplo, a lo anterior dicho, este párrafo o cita extraído del libro más famoso de la literatura española: “El Quijote” de nuestro gran escritor Miguel de Cervantes:


"Sábete Sancho, que no es un hombre más que otro si no hace más que otro. Todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas; porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca".

lunes, 16 de marzo de 2020

Así quedan las pensiones este 2020



Pensiones 2020


Hoy nos hacemos eco de la noticia publicada en el diario “LAS PROVINCIAS”:
La pensión mínima para los jubilados de 65 años con cónyuge a cargo queda en 843,4 euros al mes en 14 pagas
La pensión media de los nuevos jubilados puso fin el pasado año (2019) a la caída que arrastraba desde 2015 y toca ya máximos nunca vistos. Las más de 300.000 personas que se retiraron en 2019 cobran una media de 1.345 euros al mes, que se eleve hasta los 1.466,13 euros para los que hubieran cotizado al Régimen General, lo que supone casi 50 euros más que un año atrás, cuando descendió a mínimos de 2012 al situarse en 1.420 euros. E incluso en el mes de febrero por primera vez en la historia los asalariados que se retiraron cobraron más de 1.500 euros de media. Concretamente 1.512 euros.
Y eso que diversos organismos públicos y expertos advierten de que la reforma de 2011, que endurece las condiciones para acceder al 100% de la pensión e incluye progresivamente más años de vida laboral para computar la pensión futura, genera un recorte en la cuantía de la prestación.
Con la última subida del 0,9 % aprobada por el Gobierno, el importe de la pensión mínima para los jubilados de 65 años con cónyuge a cargo queda en 843,4 euros al mes en 14 pagas, la de sin cónyuge en 683,49 euros y la de con cónyuge no a cargo en 648,68 euros mensuales.
Por su parte, la pensión máxima de jubilación se sitúa en este año 2020 en 2.683,34 euros mensuales.
Por su parte, la pensión mínima de viudedad para los titulares con cargas familiares se sitúa en 790,6 euros mensuales.
En el caso de ser mayor de 65 años o de tener una discapacidad mayor o igual al 65% la pensión mínima de viudedad es de 683,49 euros. Si el titular de la pensión tiene entre 60 y 64 años, la cuantía es de 639,4 euros, mientras que en el caso de los beneficiarios menores de 60 años la prestación es de 517,7 euros mensuales.
En el caso de las pensiones de orfandad, el importe mínimo asciende a 208,8 euros mensuales por beneficiario, mientras que si el beneficiario tiene menos de 18 años y cuenta con una discapacidad superior o igual al 65% la cuantía es de 410,96 euros mensuales.